Una crítica de Marta S. March.
Duración 91 min.
Nacionalidad USA.
Director Benh Zeitlin.
Guion Benh Seitlin y Lucy Alibar (inspirado en la obra de Lucy Alibar).
Música Dan Romer y Benh Zeitlin.
Fotografía Ben Richardson.
Reparto Quvenzhané Wallis, Dwight Henry, Levy Easterly, Lowell Landes, Pamela Harper, Gina Montana, Nicholas Clark, Jovan Hathaway.
Productora Cinereach, Court 13 production y Journeyman Pictures.
Página oficial http://beastsofthesouthernwild.com/
Tráiler http://www.youtube.com/watch?v=l404aK2XWW4
En una olvidada y orgullosa comunidad instalada en un bayou (zona pantanosa formada por los meandros del Misisipi) apartado del mundo por un inmenso dique, la pequeña Hushpuppy, de seis años vive junto a su descocado padre. Cuando una tremenda tormenta eleva las aguas alrededor de su pueblo, el padre de Hushpuppy enferma y ella descubre que el orden natural que tanto ama está a punto de derrumbarse. En un intento desesperado por reparar la estructura del mundo y así salvar a su padre y su hogar, deberá aprender a sobrevivir a una catástrofe imparable de proporciones épicas.
La ópera prima de Zeitlin ha llegado a nuestras pantallas precedida de la noticia de sus nominaciones a los Óscar. Aspirando hasta a cuatro premios, Óscar a mejor película, mejor director, mejor guion adaptado y mejor actriz para la pequeña protagonista, Quevenzane Wallis. Bestias del sur salvaje ya ha cosechado la Cámera d’Or en Cannes junto con otros prestigiosos galardones a nivel internacional.
El debut en la dirección de Zeitlin es un pretendido canto a la libertad, aspirando ser una oda a la vida. Bella fotografía, sensacional banda sonora y adorable protagonista para un film algo errático y desigual. Wallis sorprende en los primeros minutos por su fuerza y perfecto mimetismo con el entorno, pero el paso de la historia tristemente la ablanda, tornando su mirada algo vacía y carente de ese magnetismo inicial que no necesitó más que un segundo para cautivar al espectador.
Por el contrario, la desesperada y desesperante evolución del protagonista masculino, Dwight Henry como padre de Wallis, emociona y remueve entrañas como pocos. Desproporcionada quizás la nominación a mejor película y actriz a los Oscar, donde van a tener que enfrentarse a Lincoln y Naomi Watts, duras competidoras en estas categorías.
Cinta post apocalíptica de metraje ajustado, donde el orgullo de un pueblo se entremezcla con la asocialidad más absoluta. Una omnipresente narración en off, abusivo lirismo poético cuando es sabido por todos que una imagen vale más que mil palabras.
Aunque Bestias del sur salvaje no llegue a alcanzar todo lo que podría, es una cinta fresca, dura y tierna. Una lucha en medio de una realidad devastada, contra viento y marea, para recuperar el equilibrio a todos los niveles imaginables que se torna en ejercicio de autoreafirmación y aceptación del ritmo natural del universo.
Juego de emociones, abandono, soledad, identidad y valentía que recomiendo encarecidamente ver en versión original.
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