Una crítica de Marta S. March
Director Scott Derrickson
Producción Jasón Blum, Brian Kavanaugh-Jones
Guion Scott Derrickson y C. Robert Cargill
Fotografía Chris Norr
Montaje Frederic Thovaral
Música Christopher Young
Diseño de Producción David Brisbin
Sonido Jack Hutson
Vestuario Abby O’Sullivan
Reparto Ethan Hawke, Juliet Rylance, Vincent D´Onofrio, James Ransone, Fred Dalton, Thompson, Clare Foley, Victoria Leigh
Duración 110 min.
“Diez años atrás, Ellison vivió las mieles del éxito. Su primer libro fue un best-seller aclamado por público y crítica, pero ninguno de sus trabajos posteriores ha logrado un triunfo comparable. Aun así, Ellison no pierde la fe; sabe que tiene algo bueno entre manos. Está investigando la muerte de una familia, y para profundizar en el caso se traslada a la casa donde vivieron. Allí encuentra una caja llena de filmaciones cuya apariencia doméstica oculta imágenes de dolor y violencia y, también, una presencia demoníaca agazapada entre los fotogramas”. (Sitges Film Festival)
Ethan ha crecido, amigos. Ya no es aquel niño que filosofaba sobre el sentido de la vida en Reality bites (1994), ni el que se enamoraba a primera vista en Before sunrise (1995), ni tan sólo el joven que se exfoliaba para suplantar identidades en GATTACA (1997). Echando de menos a este último, nos encontramos a un Hawke maduro, un escritor padre de familia, que busca desesperadamente la historia que le permita escribir la obra que le lance definitivamente a la fama. Obsesionado con la idea de alcanzar su último gran éxito, se ve envuelto en una historia que supera los límites de la realidad conocida.
Sinister tubo su premier internacional en el 45 Festival de Sitges (2012), en el que optó al premio a la mejor película de la Secció oficial fantàstic a competició. El director de El exorcismo de Emily Rose (2005) y los productores de Paranormal Activity (2007) e Insidious (2010), profundizan en el terror a través de un drama familiar. Es ahí donde recae el éxito de acierto de Sinister y por ende el acierto de Derrickson. Dotar de una trama argumental coherente a una película de terror es lo que la ensalza por encima de la media. Aun así, Sinister promete más de lo que ofrece realmente en lo que a lo que nos interesa a los amantes del género, pasarlo mal.
Los actores principales aportan verosimilitud, cabe destacar la interpretación de Juliet Rylance como amante y, sobretodo, paciente esposa que seguirá incomprensiblemente a su marido en su espiral obsesivo. Hawke borda su papel en los momentos de crisis familiar, no obstante le falta algo de entrenamiento para conseguir trasladar su terror a través de la pantalla y conseguir que nos lo hagamos nuestro. Aun así, Hawke consigue una interpretación digna. Derrickson describe con precisión los personajes y crea con habilidad la atmósfera, aunque flojee en los momentos de terror sorpresivo.
Uno de los detalles remarcables de Sinister es el encuentro de una misteriosa caja de películas súper8, que desvelaran las grabaciones caseras de unos horribles crímenes acontecidos a lo largo de 4 décadas. Siendo una de las películas bien hilvanadas, como viene siento habitual en los tiempos que corren, peca de paternalismo e introduce demasiadas explicaciones. ¡Más misterio!! Derrickson ¡hay que mantener el misterio hasta el final! ¡Es mejor sugerir que mostrar! Creo que eso no se lo enseñaron cuando era un chiquillo; quizás debería escribirlo 100 veces en la pizarra…
Hay bastantes detractores de su lenta introducción, no estoy de acuerdo. Los planteamientos iniciales son indispensables para que el público entre en situación. Diseñar buenos escenarios, desarrollar a los personajes colabora en introducir al espectador en la historia de modo que le sea difícil salir de ella. Hasta aquí Derrickson y el reparto cumplen con su cometido. Peeero (y si, siempre tengo un pero), el esclarecimiento excesivo y los finales explícitos sobran, son de mal gusto. De este modo es como una cinta que podría ser notable consigue un aprobado tirando a bien.
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