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Channel: Cine – Athnecdotario Incoherente
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Las críticas de #SitgesFest2016 (Episodio 14): Shin Gojira, de Hideaki Anno y Shinji Higuchi

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Por Albert Sanz.

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FICHA TÉCNICA

  • Título para el mercado internacional: Shin Godzilla / Godzilla resurgence
  • Título original: Shin Gojira
  • Año: 2.016
  • Duración: 122 min.
  • País: Japón
  • Director: Hideaki Anno y Shinji Higuchi
  • Guión: Hideaki Anno
  • Fotografía: Kosuke Yamada
  • Reparto: Hiroki Hasegawa, Satomi Ishihara, Ren Ohsugi, etc.
  • Productora: Toho Pictures
  • Género: Monstruos mutantes, cine catastrófico, política ficción

 

https://www.youtube.com/watch?v=63DxDcZnEEU

 

Que aberraciones como “Frankestein island” o “Double Dragon” hayan sido de lo que más he disfrutado durante este festival no habla muy bien de mí, pero ayuda a comprender el ansia porque llegara el domingo 9, pudiera acudir al Retiro (lástima no haber podido hacerlo el día antes en el Auditori Melià, ya que habría sido una experiencia orgásmica) y apareciera ante mis retinas el lagarto gigante de goma más famoso de la historia del cine. Y si añadimos el hecho de que la película está firmada por Hideaki Anno —“Neon Genesis Evangelion”— y Shinji Higuchi —“Ataque a los Titanes”—, no podía haber ningún tipo de duda: el freak que habita en mí exigía el verla.

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Sin embargo, una vez visionada, salí con una rara sensación puesto que acababa de enfrentarme a la película más lenta, extraña y diferente de la historia del género kaijü eiga. Tanto, que por momentos me había parecido realmente una buena película, pero de las buenas de verdad, algo que uno no espera cuando va a ver a un lagarto atómico gigante pelearse contra una polilla alienígena gigante o a un dragón de tres cabezas… gigante. Y esa buena película parecía más bien una larga crítica a la burocracia gubernamental y en la que no se veía a un lagarto atómico gigante pelearse contra… vale, no hace falta que lo repita.

“Un extraño fenómeno provoca el rápido calentamiento del agua de la bahía de Tokio a la vez que las autoridades descubren la existencia de una gran masa de agua que se acerca a la orilla. De ahí emergerá una extraña criatura similar a una serpiente que repta sobre sí misma, pero que con el transcurrir de las horas irá mutando hasta transformarse en un dinosaurio gigante que arrasa todo a su paso.

Si bien la criatura no se muestra violenta, su sola presencia en medio de la ciudad es un peligro ya que emana radiación por su piel y con el más mínimo movimiento destruye edificios, por lo que el primer ministro se pondrá manos a la obra para detenerlo. Sin embargo, la férrea burocracia del gobierno pondrá límites a cada uno de los departamentos implicados en el asunto, haciendo que su labor sea cada vez más compleja, en especial cuando los Estados Unidos pidan permiso para lanzar un ataque nuclear sobre la ciudad.”

Siguiendo este argumento ya os habréis dado cuenta de que “Shin Godzilla” reinicia la saga. Teniendo en cuenta que en USA ya han hecho dos remakes, puede ser bastante mosqueante el hecho de que en su país de origen hagan lo mismo. Sin embargo, si no me falla la memoria, esta es la tercera vez que la saga japonesa es reiniciada, por lo tanto, es lo que hay. También es cierto que si la aparición del entrañable monstruo en los años 50 correspondió a una plasmación audiovisual del horror que supusieron los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki y su importancia en la cultura japonesa, es del todo lícito y comprensible que el renacido pánico a todo lo nuclear tras la tragedia de Fukushima haya acabado derivando en una nueva entrega de Godzilla, y teniendo en cuenta que el monstruo lo es sólo en sus películas iniciales para convertirse a continuación en salvador de la humanidad, era lógico que se reiniciase la saga y fuese convertido en un ser destructor. Y la verdad sea dicha, desde un punto de vista japonés y de la manera en que ha sido hecha esta película, puedo imaginar en algunas personas más sensibles el mismo impacto que debió provocar la primera película en la década de los 50.

godz2    Y es que aquí más que nunca Godzilla es una formidable amenaza, pero aún lo es más que ante la ausencia de un plan de actuación por parte del gobierno en un suceso así (algo comprensible), se siga a rajatabla unos trámites burocráticos lentos que obligan a reunirse diversos departamentos, luego los delegados de cada departamento, luego los delegados de cada delegado con el primer ministro, y ante la siguiente duda, vuelta a repetir todo el proceso, mientras el bicho va haciendo de las suyas.

Por tanto, es más una película de reuniones, decisiones políticas y más reuniones que un kaijü eiga al uso con escenas de destrucción por doquier. Pero que no cunda el pánico, las dos escenas de batalla del ejército contra el monstruo son impresionantes, de lo mejor del año en F/X. Olvidaros de tanques de juguete, el lagarto de goma y edificios de cartón que se rompían de un soplido. Toda la película hace gala de un CGI tan impresionante que se ve del todo natural, perfectamente integrado con los paisajes reales y que permite disfrutar de esas dos escenas tan magistrales. Pese a todo, me resulta curioso que todos los F/X tengan tanta calidad y sin embargo, cante un poco la primera aparición de Godzilla como serpiente/babosa/lo que sea que va reptando y escupiendo sangre, en especial por esos extraños y ridículos ojos que le han puesto.

Estamos también ante una película coral con multitud de diálogos en la que hay que agradecer el complejo trabajo realizado en el subtitulado, así como en el próximo doblaje, ya que la película se va a estrenar en cines españoles. Dada la gran cantidad de actores que intervienen y el poco tiempo en el que se desarrolla la acción —apenas un par de días—, los personajes son planos y no evolucionan nada, sin embargo, están bien concebidos e interpretados, y es fácil empatizar con ellos. Habría que destacar a Ren Ohsugi —“Audition”, “Hana-bi. Flores de fuego”, etc.—como el primer ministro Seiji Okochi, quien aún siendo la máxima autoridad en Japón no puede tomar una decisión sin el consenso del interminable equipo de asesores, Hiroki Hasegawa —“¿Por qué no jugamos en el infierno?”, “Ataque a los Titanes”, etc.— como Rando Yaguchi, el principal responsable científico de la crisis y a la bellísima Satomi Ishihara —“Ataque a los Titanes”, “Sadako 3D”, “Monsterz”, etc.—, quien interpreta a un interesante personaje llamado Kayoko Ann Patterson, enlace durante la crisis entre el gobierno japonés y norteamericano, y que puede lograr el triple combo en la política de los USA: ser la primera mujer menor de cuarenta años y de padres extranjeros en convertirse en presidenta, pero siempre que gestione bien la crisis con Japón en nombre de USA.

godz4   Y dentro de todo el conflicto político interno, a veces tenso, a veces cómico del que hace gala la película, añadimos un factor externo que me pareció muy inteligente: el gobierno americano, al ser aliado de Japón, ofrece su ayuda en forma de bombardeo nuclear sobre Tokio, lo que lleva a cierto sector del gobierno japonés a pensar en que una vez más, se los quieren quitar de encima. Yaguchi y Ann Patterson tendrán que trabajar a contrarreloj para encontrar una solución que detenga a Godzilla antes del bombardeo nuclear, pese a que para la muchacha, apoyar esta opción pueda ser un revés en sus aspiraciones políticas.

Como veis, la película no tiene mucho que ver con lo que se esperaría de un kaijü eiga, y por supuesto, nada que ver con la última encarnación de la franquicia rodada hace doce años ya, la entretenida y muy matrixera Godzilla: Final Wars”. Pero lo que para mí ha sido un acierto, reconozco que para otros pueda ser tedioso ya que pese a durar dos horas, da la sensación de ser más larga. Sin embargo, el virtuosismo técnico de las escasas escenas de acción creo que serán suficientes como para satisfacer las ansias de los amantes de Godzilla, ya que estamos ante la versión más brutal y peligrosa que ha aparecido jamás en una pantalla de cine (joder, que mide más de 180 metros, ¡da miedo de verdad!).

 

LO MEJOR

  • El insólito planteamiento y desarrollo, basado en reuniones y tensiones políticas, en las antípodas del clásico kaijü eiga.
  • La crítica a la política interna de Japón y a la injerencia norteamericana
  • El bestial rediseño de Godzilla.
  • Los efectos especiales y el realismo de las secuencias de acción.
  • La tremenda química existente entre Hiroki Hasegawa y Satomi Ishihara. No tendría sentido alguno una relación entre ambos personajes en esta trama, pero dan ganas de verlos juntos en una película romántica.
  • La explicación al funcionamiento interno de Godzilla.

 LO PEOR

  • El planteamiento y desarrollo que he alabado, puede ser lo que haga aburrirse a mucha gente que espere otra cosa.
  • La falta de más escenas de acción.
  • Que los F/X sean tan perfectos y la primera aparición de Godzilla tenga un aspecto tan ridículo (¿¿¿quién puñetas diseñó esos ojos???)

LA ESCENA

  • Las dos batallas contra Godzilla.

 

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