Pues que siempre voy tarde y aunque vi la peli hace ya meses, cuando se estrenó, no me había puesto con la reseñita de rigor.
Partiendo de la base de que, con muchos peros y matices, Rebel Moon: La niña de fuego a mi me gustó y de hecho, la disfrute bastante, sobre todo en sus primeros compases, esta segunda parte me ha dejado de mala leche, por que es un «quiero y no puedo«. Ni de lejos comparto la opinión general que la tachan de mierda infumable y eso es lo peor, porque tiene buenos mimbres que se desaprovechan y tener que defender un producto final que no llega a funcionar como debería, pero que te hace tener sentimientos tan encontrados, es complicado. Todo seria más sencillo si realmente fuese mala de verdad, un bodrio, un mojón, pero no es el caso. Insisto, es una peli con muchas posibilidades que no cumple ni de lejos, y aun así, no la puedes meter en el cubo de la basura por que no es tal cosa, solo que no da lo que prometía por una serie de decisiones mas que cuestionables, directamente absurdas e incomprensibles.
A mí me entretuvo sin más. Y ese es el problema. Que Snyder es un vendehumos. Si no fuese tan creído con lo de que es un genio creativo, ni se molase tanto a si mismo y la saga no se hubiera querido vender como lo ha hecho, (la nueva Star Wars, según el pretencioso), con tantas ínfulas y pretendiendo ser lo que no es, pues como peli de acción cifi me vale, compro. Un refrito, un «pasa ratos» con cositas chulas y muchas otras en contra, que se perdonarían y con las que haría la vista gorda si el tipo no fuera tan cantamañanas y milonguero. Un flipao de agárrate y no te menees.
Y pensar que este tío es el mismo que se marcó el mejor remake de la historia del cine con Dawn of the dead (al menos para mí) y una adaptación tan cojonuda de un cómic como fue 300…
Y ojo, no le tiro hate. Ya digo que a mí no me parece tan mala película y de hecho, hubo cosas que disfruté. Pero mucho bombo y platillo para una peli que se queda como entretenida del montón, un «Siete magníficos del espacio» que ha costado un pastizal, que desaprovecha tramas y personajes y por ende, no cumple las expectativas que prometía ni por asomo.